Prisionera, Linda Howard
Editorial: Nefer / Mayo 2009 ISBN: 9788492415083 Papel: 16,50 € Páginas: 320
Género: Histórico
Serie: Independiente
Annie Parker había viajado al Oeste con la intención de cumplir por fin su sueño de ayudar a los demás. Todo parece marchar según lo previsto hasta que un día irrumpe en su vida un peligroso y atractivo forajido que cambiará su mundo para siempre y que conseguirá hacerla suya en cuerpo y alma.
Rafe McCay, un duro e implacable pistolero, lleva una existencia fría y vacía desde que fue acusado injustamente de asesinato. Malherido, se ve obligado a tomar a Annie como prisionera sin saber que con aquella acción estará sellando su destino. Él nunca hubiera podido imaginar que la dulce e inocente joven se metería como fuego bajo su piel… en sus venas… en su corazón…
La salvaje y fiera pasión que estalla entre ellos los conducirá por peligrosos caminos en los que ambos podrían encontrar la destrucción… o el amor.
Empecé a leer el libro con muchas ganas, al fin y al cabo esta autora me ha hecho pasar muy buenos momentos con sus libros y el argumento me llamaba poderosamente la atención, pero ha resultado me he llevado una pequeña desilusión.
Sí, el libro me enganchó desde las primeras letras. No se puede negar que esta mujer escribe bien y sabe como ponerte en situación y como describir como son sus personajes y que es lo que sienten, pero ha habido un par de cosas que me han decepcionado. Pero vayamos por partes.
Los personajes principales están bien perfilados, la autora los describe bastante bien y te explica correctamente cuales son las circunstancias que rodean a ambos personajes.
Annie es una mujer de lo más decidida, ha conseguido el titulo de médico luchando contra todos y contra todo. Y es tal su afán de currar que ha abandonado la ciudad en la que vivía y ha dejado atrás a su padre y demás gente que conocía, para ir allí donde tiene más posibilidades de ejercer, el oeste. Me parece una mujer muy valiente, pero también muy ingenua, no puedo entender que una mujer joven y sola se vaya al lejano, peligroso e inhóspito oeste para poder ejercer como médico (ya que en todos los demás sitios no tiene pacientes) y se va sin saber siquiera manejar un arma ¡una insensatez!
Rafe es un hombre amargado, huye desde hace años para salvar su vida ya que pesa sobre su cabeza una recompensa millonaria, vivo o muerto. Además, se le busca por un crimen que no cometió, pero alguien muy influyente quiere quitárselo de en medio. Todas estas circunstancias han hecho de él un hombre casi sin sentimientos, que mira solo por su persona, dispuesto a matar antes de que le maten sin ni siquiera pestañear y que no confía en nada y en nadie. Y aún así es capaz de tener honor y algo de decencia.
En cuanto a los personajes secundarios, los hay variados e, incluso, personajes ilustres como Jefferson Davis, pero al único que destacaría es a Atwater, un viejo marshal.
Parece todo perfecto o por lo menos casi perfecto ¿no?, pues las apariencias engañan.
Mi primera y gran decepción fue al leer el primer encuentro íntimo o amoroso entre nuestros protagonistas. Os pongo en situación, ella virgen, él lo sabe, pero esta tan necesitado y la desea tanto que ni preámbulos ni leches, aquí te pillo y aquí te pillo, no se si me entendéis, y encima el majete le preocupa que ha “ido” rápido… ¡y mucho has tardado guapetón! O sea, que sin ni siquiera un cariñito previo la toma, la desvirga y le preocupa el que no ha tardado mucho ¡uf! Eso sí, la autora, para limpiar la pobre imagen de nuestro protagonista, hace que un rato después deje “bien servida” a nuestra chica, pero hombretón ¿no podías haber hecho eso antes? ¡vamos digo yo! Seguro que la experiencia no hubiera sido tan traumática para Annie.
Pero, bueno, una vez hecho ojos ciegos (perdonadme esta expresión inventada, pero no sabía como expresarlo mejor) y como después él se enmienda un poco, seguí leyendo y la cosa no fue mal, pero al final volvió a fastidiar todo, ya que no pudo ser más precipitado… en las últimas hojas soluciona el problemas en un visto y no visto, nos sitúa en el vivieron felices y comieron perdices y nos cuenta incluso lo que pasa unos años después ¡sin comentarios¡
¡Ah! Otra cosa que no me gustó y me pareció muy poco creíble, fue el hecho de que ella se marchara al tan conocido Salvaje Oeste y se fuera sin protección ni arma alguna y viviera tan feliz, sin tener incidente alguno, incluso estando rodeada como estaba de mineros y pistoleros que estaban un día sí y otro también sin mujeres y en muchas ocasiones borrachos.
En resumen, entretenido sí, pero nada más.
Puntuación: 5
Cris/keke
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