viernes, 24 de enero de 2014

La seducción de Elliot McBride, Jennifer Ashley



La Seducción de Elliot McBride, Jennifer Ashley


Editorial: Phoebe   / 04 Noviembre 2013     ISBN: 9788415433330  Trade: 17,95€  Páginas: 304
Género: Histórica
Serie: 5º Highland Pleasure

Cuando Juliana St. John es plantada ante el altar por su novio, propone a Elliot McBride, el alto escocés que fue su primer amor, que ocupe el puesto vacante y se convierta en su marido.
Elliot acaba de regresar de las Indias Orientales, donde fue capturado por una tribu nativa y retenido durante meses. Durante su cautiverio se vio sometido a crueles torturas, que han dejado en él una profunda huella y que todavía provocan que sufra horribles pesadillas. Sin embargo, no duda en ofrecer su ayuda a Juliana.
Tras contraer matrimonio se trasladan a las Highlands. Allí, Juliana deberá restaurar una mansión casi en ruinas mientras trata de reparar el corazón herido de un hombre al que muchos tildan de loco. ¿Serán suficientes la voluntad y el amor para ofrecer una segunda oportunidad a sus corazones? 



Decir que este libro me ha gustado es quedarse corto. No es que estemos ante un libro de grandes aventuras, ni de grandes intrigas, aunque alguna hay, pero estamos ante un libro con una historia de amor preciosa y unos protagonistas entrañables, tan bien descritos y definidos que se convierten en alguien conocido, cercano.

Se nos describe la historia de dos almas gemelas, que se conocen siendo niños pero que ya quedan prendados el uno del otro sin remedio, es tan grande la huella que se dejan que no solo perdura con el paso de los años sino que, además, a Elliot, nuestro protagonista masculino, le ayuda a superar las situaciones más terribles, angustiosas y vejatorias que sufre.

Juliana es una mujer cariñosa, fuerte, decidida, pero creo que su cualidad más destacada es que es práctica, no se pierde en detalles insignificantes, hace listas a diestro y siniestro para tener todo en orden. Pero no lo es tanto como para llegar a exasperar. Adora a Elliot y le apoya en todo, su fe en él puede decirse que es ciega.

Elliot ha sufrido lo indecible y por ello es un hombre atormentado, se puede decir que roza la locura, pero tiene una tabla de salvación indiscutible. Me ha llegado al alma la adoración y amor que siente por Juliana. Es fascinante, enternecedor ver como el simple recuerdo de ella puede ayudarle tanto.

Los personajes secundarios son también muy buenos, unos aportan datos sobre el pasado de Elliot, otros dan toques de humor al libro, otros momentos de ternura… de todos ellos destacaría Mahindar, el sijs que trabaja para Elliot y al que procesa una gratitud eterna, rozando la devoción por que este le ayudó una vez. También me gustó el Sr. McGregor y sus discusiones con la suegra de Mahindar. También fue un placer leer sobre algunos Mackenzie, sobre todo Daniel que espero algún día tenga su libro.

Jennifer Ashley escribe de una manera magistral y nunca me defrauda con sus historias. Realmente es un placer leer sus libros, pero con este, en cuanto a sentimientos se refiere, creo que se ha superado. Toda esta serie es altamente recomendable.

Puntuación: 9
Cris/keke

 

Juliana St. John es abandonada en el altar por su prometido. El día de la boda con toda la iglesia llena de parientes, descubre anonadada que el hombre en el que confiaba se ha casado con su profesora de piano. Tras el primer shock Juliana se da cuenta que no se siente tan destrozada como debería estarlo, y es entonces cuando en un arrebato decide proponerle a Elliot Mcbride, hermano de su amiga Ainsley y el muchacho del que estuvo enamorada toda la vida, que ocupe el lugar del novio en el altar.

Tras la boda ambos se dirigen al norte donde Elliot acaba de comprar el castillo de los Magregor, un lugar ruinoso y enorme que se está cayendo a pedazos y en el cual todavía vive el anciano y algo loco tío de Elliot.

Elliot McBride acepta la proposición de Juliana porque sabe que ella es la única luz que puede hacer retroceder las tinieblas que pueblan su mente. Tras alistarse en el ejército Eliot acude a la India, dónde tras su incorporación y adiestramiento como francotirador, un día es capturado en las montañas del Punjab. Durante casi un año fue encerrado y sometido a torturas y privaciones, fue obligado a matar o a morir, y a pesar de que al final consiguió escapar de sus captores, su mente no ha quedado intacta con la experiencia. Durante su cautiverio, sólo Juliana traía algo de paz y esperanza a sus largas jornadas. Por eso enterado de su próxima boda, decide presentarse y hacerla cambiar de idea. La deserción del novio le viene como anillo al dedo y se presta rápidamente a ocupar su lugar.

A medida que pasa el tiempo, el amor y los cuidados de su esposa parecen obrar milagros en la locura que le ataca en ocasiones, sin embargo un misterio de su pasado parece rondar el castillo y poner en peligro todo lo que Eliot ama.

Otros personajes de la novela son el anciano MacGregor que aporta la nota divertida a la trama. El sirviente hindú Mahindar y su familia. Priti la pequeña niña hindú que es la hija natural de Eliot. Y el sirviente Hamish, otro toque fresco y divertido en un libro más que serio que los anteriores. He echado de menos la aparición de los hermanos McKenzies, saber algo de sus vidas como suele suceder en las otras entregas en las que poco  o mucho hacen apariciones esporádicas.  Me ha gustado la aportación de Daniel McKenzie, ya convertido en un joven de 18 años.

En definitiva una novela sencilla y rápida de leer, que si bien no alcanza la categoría de las otras de la serie, sirve cuando menos para pasar una tarde entretenida.

Mi valoración: 5,5

Mary Jo


3 comentarios:

  1. Ya tengo en mis manos el libro y con ganas de leerlo. Lo que me ha chocado es la diferencia de puntuación. Gracias por las críticas.

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  2. ja, ja, ja me encanta cuando las criticas son diferentes porque eso quiere decir que no sé que esperar
    buenisimas las dos criticas

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  3. Martika, Monica, ya nos contaréis lo que os parece a vosotras. Por que, la verdad, la diferencia de opiniones no es insalvable, pero sí grande.

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