sábado, 23 de agosto de 2014

El affaire de la institutriz, Courtney Milan



El affaire de la institutriz, Courtney Milan

Editorial: Harlequin / 20 marzo 2014 ISBN: 9781497339507 Papel: 3, 64€ Páginas: 100
Editorial: Harlequin / 19 marzo 2014 ISBN: 9781497339502 Ebook: 0,99 € Páginas: 100
Género: Histórico
Serie: 0 Los hermanos siniestros

ELLA NO SE RENDIRÍA…
La institutriz Serena Barton había sido despedida de su puesto tres meses atrás. Como no podía encontrar otro empleo, optó por exigir compensación al hombre culpable de su despido, un duque mezquino, egoísta y canalla. Pero no era al duque al que temía, sino a su mano derecha, el hombre conocido como el Lobo de Clermont. El temible expugilista se había labrado muy mala fama solventando los asuntos sucios del duque y, aunque Serena sabía que no podría nada contra él, tenía que intentarlo, pues estaba en juego todo su futuro.

ÉL NO PODÍA CEDER…

Hugo Marshall era ambicioso y despiadado, características ambas que le habían servido para subir de hijo de un minero del carbón a mano derecha de un duque. El día que su jefe le ordenó que se librara de la molesta institutriz por las buenas o por las malas, para él era solo un día más de trabajo. Desafortunadamente, no consiguió convencer a Serena por las buenas y, a medida que la fue conociendo, descubrió que no era capaz de hacerlo por las malas. Pero solo podría satisfacer sus ambiciones si ella se iba. Tenía que elegir entre la vida que buscaba y la mujer a la que había empezado a amar.

Una novela corta. 



Esta es una novela corta, precuela de la serie de los Hermanos Siniestros. En ella vamos a descubrir cómo empezó todo. Digo que vamos a descubrir, porque como siempre leo un libro que pinta bien, descubro una autora que me deja anonadada y empiezo a buscar el resto de sus libros. Y esto es lo que me ha pasado con Courtney Milan. He descubierto una autora fantástica cuyo estilo narrativo me tiene encantada.

Los protagonistas son Hugo Marshall y Serena Barton. Hugo en un hombre duro, hecho a sí mismo, cínico y con una historia a sus espaldas bastante turbulenta. Hijo de un minero alcohólico y violento, hijo numero 14 de 16, recibió una educación bastante inusual debido a que el padre no estaba sereno el tiempo suficiente para saber la cantidad de hijos que iban muriendo, o la edad de los que seguían con vida. A los 14 años fue obligado a ir a la mina, y durante los pocos días que trabajó en ella fue testigo de un derrumbe. Después de permanecer 5 horas bajo tierra sin saber si iba a sobrevivir, Hugo se negó a volver a bajar. Tras una disputa, huyó de casa. Durante un tiempo fue de aquí a allá, trabajando en cualquier cosa que surgiera. Hasta que comenzó a ser pugilista. Fue aquí donde conoció al duque de Clermont, hombre egoísta e incompetente. De forma gradual Hugo se convirtió en la mano derecha del duque, llevando todos sus asuntos, no sólo los temas relacionados con los negocios o las propiedades, sino también aspectos cotidianos de la vida de Clermont. Debido a su vida, a su probable falta de conciencia, teniendo que actuar en ocasiones de forma violenta para el duque, Hugo es conocido como el lobo de Clermont.

El último “encargo” de Clermont consiste en librarse de una fastidiosa institutriz, a la cual le fue ofrecido un empleo que el duque ya no está interesado de encargarle. Sabiendo que la historia de Clermont no se sostiene, Hugo decide descubrir la verdad por sí mismo he interrogar a la mujer. Ante el mutismo de ella, no duda en actuar en consecuencia y librarse de su presencia molesta. Es primordial que el duque recupere la confianza de la duquesa, pues ella es en realidad la poseedora del dinero y por extensión la clave para conseguir la vida que siempre ha querido. No puede permitir que la presencia de una mujer que se sienta durante nueve horas al día ante la casa del duque, llegue a oídos de la duquesa. Se inicia entonces una carrera para librarse de ella por las buenas, aunque el Lobo de Clermont no dudará en recurrir a cualquier acción para llevar a cabo su labor.

Serena Barton es como protagonista admirable. Tras la muerte de sus padres y debido a la escueta herencia que han de percibir su hermana y ella, Serena decide emplearse como institutriz. Sin embargo la llegada del duque de Clermont, como invitado en la casa en la que trabaja pondrá fin a sus expectativas. Siendo forzada por el duque y más tarde despedida por amoral, Serena decide no volver a callar y enfrentarse al hombre que ha destrozado su vida. No tiene miedo del duque, aunque sí de su mano derecha, el Lobo. Ha oído tantas historias que lo imagina como un toro, enorme y violento. Por ello no reconoce al hombre que aparece para hablar con ella. Desde el primer momento se siente cómoda con él. Lo considera “inofensivo” y amable. Sin embargo ha jurado que no se va a dejar avasallar y quiere venganza. Quiere que el duque pague por sus actos. Para cuando descubre que el amable contable es en realidad el hombre de Clermont, ambos ya han iniciado una guerra de voluntades, además de algún acercamiento, y la atracción ya es clara entre ellos.

Como hilo conductor para enlazar con La guerra de la duquesa, la autora nos brinda un capitulo en el cual Robert Blaisdell, futuro protagonista de la Guerra de la Duquesa, heredero del duque de Clermont, con doce años de edad, conoce al que será su amigo inseparable además de ser su hermano, Oliver Marshall. Me ha encantad esta parte, cuando ambos niños se reconocen y liman asperezas.

En definitiva, una novela corta, apenas 120 páginas, pero muy intensa. La autora tiene un estilo narrativo perfecto, que te mantiene enganchada a la historia durante toda la novela. He encontrado en otras novelas como la narración baja de calidad, o pierde fuelle, volviéndose a veces pesada cuando la autora se dedica a describir lo mismo una y otra vez. Me alegra poder decir que he encontrado una autora que no cae en esos vicios. El ritmo es tan ágil y rápido que las horas pasan sin darte cuenta.

Sólo un negativo y es su cortedad. Me hubiera encantando que la historia de Serena y Hugo se alargara más. Realmente daba para ello

Mi valoración 9


Mary Jo

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