domingo, 25 de enero de 2015

El rincón del escritor: Elizabeth Da Silva nos presenta Y llegaste tú

Ficha del libro
En la alta sociedad Madrileña de los ochenta no se permitían indiscreciones. Carmen Valenzuela era una joven de diecinueve años que lo tenía todo, pero una mala experiencia y las consecuencias de la misma, la llevaron a aceptar la ayuda de su mejor amigo, Felipe Ansúrez. Y fue así, como los dos amigos  terminaron casados, aunque no enamorados.

Diez años después era la esposa, madre y amiga perfecta, pero ¿y la mujer…? Convencida de que su vida sería siempre una  fachada, jamás imaginó que un hombre, en encuentro fortuito y un cruce de miradas, llegaría para cambiarla para siempre.

¿Vivirá Carmen ese amor junto a Paolo, sin importarle su matrimonio?

En una sociedad en la que los convencionalismos estaban por encima del amor, en la que las apariencias eran más importantes que la felicidad; un hombre que creía que jamás volvería a sentir un amor como el que había perdido, y una mujer que nunca había conocido la pasión y el deseo; se conocerán y sus vidas ya no volverán a ser las mismas. Una historia de amor, amistad, sacrificios y deseos escondidos, donde la vida de muchas personas cambiará a partir de ese encuentro fugaz…



Los personajes nos hablan de la novela:

Mi nombre es Paolo Alcalá Bernardí, tengo 38 años y soy el mayor de cuatro hermanos, según ellos soy el romántico de la familia, me gusta el cine y la buena literatura. Disfruto de una buena cerveza con mis hermanos; en resumen, soy un hombre muy hogareño y familiar. Mi mayor deseo es formar la mía propia y tener hijos. Trabajo como arquitecto en la empresa que creó mi padre, Constructora Bernardí. Vivo en un apartamento en la ciudad de Madrid. 

Soy viudo porque la vida me arrebató a mi querida Elena. Desde ese trágico instante mi vida se centró solo en el trabajo hasta que un hada apareció en ella y entonces todo cambió.

Carmen es sencillamente perfecta, mi hada es una mujer elegante y sencilla al mismo tiempo. Su piel blanca que parece de porcelana contrasta con su larga cabellera color castaño. Alta, esbelta y con una sensualidad mezclada con inocencia que me vuelve loco. Pero lo que más me gusta de ella son sus ojos, tan profundos que sientes que te ahogas en ellos.
La conocí en un suspiro, el que tardaron en cerrarse las puertas de un ascensor; alejándome de la primera mujer que llamaba mi atención después de seis años. Pero como comprobaran cuando lean nuestra historia, nuestros caminos estaban destinados a cruzarse y nuestras vidas a unirse.

Hay muchos momentos destacables… pero aunque nunca olvidaré ninguno; el primero…  ese primer cruce de miradas entre ambos, estará marcado para siempre en mi corazón. Creo que en ese momento caí fulminado por un rayo y ya nada fue igual.

***


Hola me llamo Carmen Valenzuela Miranda, tengo 29 años, estoy casada con Felipe Ansúrez y tengo un hijo de casi 10 años. Arturo es el centro de mi vida, el motor que me hace seguir adelante. Soy pediatra, profesión que amo puesto que adoro a los niños. Hija única y tardía, he sido afortunada al tener unos padres tan cariñosos. Vivo en un moderno apartamento en la mejor zona de Madrid. Pero a pesar de tener tantas cosas mi vida es una mentira… para todos soy la perfecta esposa y madre. Mi matrimonio es la envidia de muchos, sin embargo eso es solo apariencia, fachada. La realidad es otra, una más dura. La realidad es que siempre he sido una miedosa y una cobarde y, por eso, perdí la oportunidad de conocer la pasión y el amor. ¿Qué sería la felicidad? Siempre me hacía esa pregunta… ¿Vosotros sabéis la respuesta? Yo la descubrí gracias a un hombre que se cruzó en mi camino y me volvió la vida del revés.
La primera vez que lo vi me quedé sin aliento, sus profundos ojos parecieron tocar mi alma. Como no sabía su nombre lo llamaba en mi mente, ojos soñadores. Paolo es alto, impresionante; podría ser un modelo si quisiera. Es capaz de abrazarte solo con la mirada, es tierno y apasionado. Muy intenso y, además, tiene una vena obstinada. Es ese carácter explosivo e impulsivo lo que menos me atrae de él, porque cuando se enajena no escucha ni atiende a razones.

Hay muchas situaciones compartidas con Paolo, todas son joyas que conservo en mi corazón, pero nunca olvidaré la primera cena que me preparó, sus famosos fetuccini Alfredo… fue una velada inolvidable, seguro que pensaréis lo mismo que yo cuando leáis nuestra historia.

Una escena que abra el apetito:

Sus palabras penetraron hasta el corazón de Paolo, que latía incontrolable. «¿Qué me sucede con esta mujer?», se preguntaba. Se acercó un poco más a ella; ambos estaban frente a frente, sus miradas unidas hablándose en silencio, sus respiraciones un poco aceleradas y ese magnetismo que los atraía, uno al otro, inexorablemente.
Muy despacio, Paolo puso sus manos sobre los hombros de Carmen, ese contacto la hizo temblar de pies a cabeza. El aroma de él la embriagaba. Ella inspiró profundamente para llenarse de su olor, sabía que era una locura, pero no podía evitarlo más. Deseaba sentir, al menos por una vez, el deseo, el hambre primitiva entre un hombre y una mujer.
―¿Por qué tiemblas? ¿A qué temes mia fatina? ―preguntó con voz ronca.
―Tiemblo por lo que me haces sentir y… temo que todo sea un sueño ―confesó sin dejar de mirar sus ojos.
―No es un sueño Carmen, es muy real… En cambio tú, sí que eres un sueño hecho realidad. ―Rio al ver cómo se sonrojaba.
Era asombroso que una mujer adulta pudiera sonrojarse aún al escuchar un halago. Su mirada transmitía una inocencia, que, si no fuera porque sabía por ella que tenía veintinueve años, pensaría que estaba frente a una virgen. «¡Qué locuras piensas, Paolo!», se decía así mismo.
―Yo solo soy una mujer ―replicó.
―Para mí, eres mucho más… ―Paolo la acercó más a su cuerpo―. Quiero probar tus labios ―susurró junto a su boca.
Sus alientos se mezclaban y, a pesar del intenso deseo que tenía de besarla, Paolo estaba disfrutando de esa espera, de ese momento de expectación. Sus bocas a escasos milímetros, sus alientos probándose mutuamente, mezclándose para crear un solo aliento.

Carmen temblaba de ansiedad, sus labios vibraban de anticipación; estaba borracha de él, lo sentía en todas partes; sus entrañas eran lava ardiendo, su sangre corría veloz por sus venas y, su corazón, parecía que iba a salírsele por la boca. Inconscientemente dio un paso hacia él; para Paolo fue como una señal y, sin poder contenerse más, posó sus labios suavemente sobre los de ella.

Desde LecturAdictiva damos las gracias a Elizabeth Da Silva por la presentación.


7 comentarios:

  1. gracias por la presentacion, no conocia a la autora pero desde luego con este aperitivo ahora tengo ganas de leerlo, me ha gustado mucho

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  2. Gracias por este rincón en tu blog,Tamara.
    Un abrazo

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  3. A ver si me hago con él. Me gustó bastante el estilo de algún relato que he leído en el blog de LCDE y los relatos eroticos de Charles y Elisa.

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  4. Muchas gracias por esta magnífica presentación.

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  5. Hola. Una estupenda presentación para una historia bonita. Leí hace tiempo el libro y me gusto, unos personajes interesantes para descubrir. Besos.♥♥

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  6. Gracias por la presentación. No conocí ni el libro ni la autora, pero me apetece mucho leerlo.

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  7. Hola!
    Muchas gracias por la presentación.He oído hablar de esta historia y me la recomendaron un montón así que espero poder leerla pronto.
    Un beso :)

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