sábado, 18 de julio de 2015

Sonríe, Mel Caran



Sonríe, Mel Caran

Editorial: Esencia / 03 febrero 2015 ISBN: 9788408136620 Papel: 14,90€ Páginas: 296
Editorial: Esencia / 03 febrero 2015 ISBN: 9788408138082 Ebook: 4,99€ Páginas: 296
Género: Erótico
Serie: 1º Proyectos de amor y deseo

 Rebeca acaba de divorciarse y está tra­tando de reorganizar su vida. Ella nunca imaginó lo que el destino le tenía pre­parado, ni que gracias a su modesto trabajo conocería a Alan, la persona que acabaría con su tranquila y aburrida existencia de recién separada.

La conexión entre ambos es inmedia­ta y enseguida iniciarán una relación difícil, por la diferencia de edad y de estatus social. Rebeca es consciente de que tarde o temprano tendrá que tomar una de las decisiones más dolo­rosas de su vida.






Lo primero decir que es un libro que se lee muy rápido, pues lleva un ritmo bastante rápido. Algo de agradecer.


Los personajes son claros desde el principio. Rebeca es una mujer divorciada con dos hijos y tiene 40 años. Trata de avanzar en la vida como cualquier mujer en su situación. En un momento dado acude a Barcelona a una exposición, para tener ideas para construir casas de muñecas y allí conoce a Alan. Arquitecto. Más joven que ella. Desde ese encuentro surge entre ellos algo más que atracción.

A medida que avanza la historia vamos viendo las dudas de Rebeca sobre Alan, pues es más mayor que él. 10 años. Puede no ser mucha la diferencia, pero es también la posición social y económica de Alan la que influye en los pensamientos de Rebeca, pero entre los dos consiguen que su relación siga adelante.


Rebeca tiene que hacer coincidir su relación con Alan con su familia, sus hijos. Ellos en este libro no llegan a saber de la existencia de Alan. Tampoco conoceremos al padre de los críos, ni veremos cómo es la relación con Rebeca. Eso es algo que se ve en la segunda parte.

El libro tiene muchas escenas de sexo, pero no son para rellenar páginas del libro. Ves que es una base de la historia. Alan es muy fogoso y Rebeca no se queda atrás.  No resultan vulgares, y si muy divertidas en ocasiones.


Los personajes secundarios dan mucho juego: el socio de Alan, los padres de éste e incluso la señora que limpia en casa de Alan, Gaby.

Me ha gustado porque vemos desarrollarse la historia desde el principio. Cuando Rebeca ve a Alan la primera vez se queda prendada de sus ojos y de su sonrisa. No puede dejar de mirarlo. Ella advierte que a él no le pasa desapercibido su escote, con lo cual le da una alegría.


Cuando la relación se empieza a asentar, Alan da muestras de mucha madurez, más teniendo en cuenta la edad que tiene. Pero tras saber cómo ha sido su infancia, su relación con los padres y demás, se entienden muchas cosas. En el trabajo es una persona fría, dura, y con Rebeca es muy cariñoso, sensual, divertido.

Hay un punto de inflexión en la trama cuando surge algo imprevisto. A partir de ahí es cuando ves que la relación es seria y que los sentimientos han hecho acto de presencia. No es un mero calentón.


Y cuándo está a punto de terminar es cuando adviertes que hay una segunda parte y piensas: no puedo quedarme así, necesito la segunda parte ya.


Valoración: 7

Isahol

 

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