jueves, 24 de abril de 2014

Un romance imposible, Jacquie D'Alessandro





















 Un romance imposible, Jacquie D'Alessandro


Editorial: Debolsillo / 9 enero 2014 ISBN: 9788490328941 Bolsillo: 5,95€ Páginas: 368
Editorial: Cisne / Septiembre 2010  ISBN: 9788499089720 Ebook:  6,99€ Páginas: 368
Editorial: Cisne / Mayo 2008          ISBN: 9788483466674 Bolsillo: 8,95€ Páginas: 368
Género: Histórico
Serie: 4º Libro de la Serie Regencia Histórica

Colin Oliver, el vizconde Sutton, deja su amada casa rural para encontrar esposa en Londres.

Colin Oliver, el vizconde Sutton, deja su amada casa rural para encontrar esposa en Londres. Sin duda, alguien bastante distinto a Madame Alexandra Larchmont: ella es ahora el no va más entre la nobleza, y es bella como pocas, pero también se dedica a echar las cartas en los salones de la alta sociedad. Sin embargo, Colin tiene sus buenas razones para no quitarle la vista de encima... Durante años, las cartas han prevenido a Alexandra contra el desconocido de cabello oscuro que causará estragos en su vida, y cuando lo conoce en una velada lo primero que piensa es en huir. Por desgracia, también acierta a entre oír la trama de un asesinato, y la única persona a quien puede acudir es el hombre de quien sabe que debería apartarse, un hombre que la observa con una mirada francamente ávida.




Acabo de cerrar el libro con una sonrisa satisfecha en mi cara. No es una novela ambiciosa, es bastante sencilla, pero muy romántica, como las novelas de antes. Es una historia sin pretensiones que me ha tenido enganchada de sus páginas toda una tarde, lo que he tardado en leerla pues no podía despegarme de sus páginas. Me ha encantado la trama, los diálogos, las pullas cariñosas y gamberras entre los dos hermanos, y sobre todo la atracción de sus protagonistas. Una química que ya ha saltado de las páginas desde el primer capítulo.

Colin Oliver es un hombre decidido y responsable. Esa misma responsabilidad le lleva a abandonar su hogar en Cornualles para buscar esposa. La logística de esta operación esta llevada a cabo de la manera más elemental y obvia. Él es un noble. Ha de engendrar un heredero. Necesita una esposa. Punto. Los sentimientos no tienen nada que ver en esta transacción. Ninguno, hasta que la mujer que lo obsesiona desde hace cuatro años aparece de nuevo en su vida, y los sentimientos comienzan a ganar terreno en todo cuando hace.

Colin es un antiguo agente de la Corona Británica. Retirado desde hace cuatro años, cuando fue herido en una misión. En los últimos tiempos siente un apremio que no puede identificar. La sensación de que algo se le avecina, de que su tiempo se agota, lo urge a buscar una esposa y a dar a su patrimonio el tan ansiado heredero.

Cuatro años atrás, Alexandra era una ladronzuela que desplumaba a sus víctimas en los oscuros callejones de Vauxhall. Fue allí, dónde una desafortunada noche, su víctima fue Colin vizconde Sutton. Aunque entonces ella no sabía su nombre, sólo que era el hombre del que las cartas le prevenían. Consiguió huir de él en las oscuras callejas londinenses, pero no puedo huir de su recuerdo.

En el presente, Alexandra, Madame Larchmont, es una codiciada adivina. Sus predicciones al echar las cartas se han vuelto famosas y todas las anfitrionas londinenses la solicitan para las veladas en sus mansiones de Mayfair.

Una noche Alexandra vuelve a encontrarse con los ojos verdes que la persiguen en sus sueños, Sus miradas se cruzan a través del salón, sin que ninguno de ellos pueda despegar los ojos del otro, sintiendo de tal modo la atracción que ese hombre ejerce sobre ella que presa de la agitación, huye y se esconde en una habitación oscura, dónde será testigo de una reunión clandestina, dónde oye que alguien será asesinado en una semana en la fiesta de lord Weshall.

Hay todo un elenco de secundarios que aportan solidez y humor a la novela. Entre ellos el hermano de Sutton, Nathan Oliver. Médico, gran aficionado a los animales, enamoradísimo de su esposa, antiguo espía al igual que su hermano mayor, y la mayor desesperación de este. Me han encantado los diálogos de los hermanos. Ese lanzarse pullas uno al otro con todo el cariño y el respeto, la rigidez del hermano mayor y las gamberradas del pequeño me han resultado muy divertidas.

La nota enternecedora, es el pequeño Robbie, y sus compañeros. Niños de las calles, huérfanos, ladronzuelos a los que Alexandra da refugio y consuelo.

La relación de los protagonistas está muy bien llevada. Desde la primera página la atracción y el deseo han sido palpables. La autora ha sabido dotarlos de una gran química. Las miradas, el deseo, el enamoramiento de ambos tiene un gran peso en la novela, siendo la historia de amor el tema central y dejando el misterio como algo secundario.

En definitiva una novela sencilla pero encantadora, llena de romanticismo, con un final predecible pero feliz que es lo que en realidad todas queremos.

Mi valoración un 7


Mary Jo

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