lunes, 28 de julio de 2014

Ningún otro amor, Candace Camp



Ningún otro amor, Candance Camp

Editorial: Harlequin / abril 2009 ISBN: 9788467168563 Papel: 6,25 € Páginas: 320
Género: Histórico
Serie: 3º Chilton

Una vez, Nicola Falcourt había amado con todo su corazón y lo había perdido todo. Años después, el destino la llevaba a enfrentarse con un gran peligro... y una pasión aún mayor. A pesar de haberla besado apasionadamente, aquel atractivo bandolero creía que era la esposa de Richard Montford, conde de Exmoor, alguien a qui en Nicola odiaba por haber sido la causa de la muerte del único hombre que ella había amado. Para salvar a sus seres queridos tenía que confiar en un hombre tan peligroso como irresistible. Al hacerlo, Nicola estaba poniendo en peligro su vida... y su corazón.
 


Con "Ningún otro amor", Candace Camp cierra la trilogía de la que os he venido hablando a través de los dos libros anteriores: "Un velo de misterio" y "Prométeme el mañana". Recordando... el argumento principal de todas ellas, además de otorgarle una historia de amor a cada protagonista, es la desaparición, hace muchos años, de tres hermanos pertenecientes a la nobleza que, por los macabros giros del destino, fueron separados y obligados a vivir unas existencias totalmente opuestas a lo que les correspondía.

Así fue el caso de Alexandra Ward, la más pequeña, que se convirtió en una especie de empresaria norteamericana que con su inesperada presencia en Londres y su apariencia idéntica a su madre, despertó las sospechas de la condesa viuda de Exmoor abriendo un caso que ya creían cerrado desde hace muchos, muchísimos años.

También fue el supuesto de Marianne Cotterwood, la mediana, quien terminó en un orfanato de niños y, una vez fuera, encaminó su vida con una familia de ladrones de buen corazón, pero ladrones al fin y al cabo.

Y claro, falta la historia del heredero, John, ya que él es el único que puede mandar a pique todos los planes del malvado primo de la familia, personaje que aprovechó la muerte de los padres de los chicos para hacerlos desaparecer a ellos también y quedarse con el título y la fortuna familiar.

Y "Ningún otro amor" nos la trae. John, quien todos piensan que es el único que no ha sobrevivido a la tragedia acontecida hace 22 años, no sólo sí lo logró, sino que se ha convertido en un salteador de caminos que, por giros del destino, no hace más que robar al conde de Exmoord, algo que a éste fastidia sobremanera.

A pesar de su problemática "profesión", en realidad, John, o Jack, como él se hace llamar, no es un villano. Es más, es apreciado por muchos de los aldeanos, que observan cómo todo lo que éste roba se lo entrega a los mineros, trabajadores,... a los que el conde explota.

Una noche cualquiera, su rutina sigue su curso y para el carruaje del conde con el fin de volver a hacer justicia. Pero quien se encuentra dentro no es Exmoor, sino Nicola Falcourt, su cuñada. Ésta, lejos de acobardarse, le hace frente, y este enfrentamiento será el inicio de una extraña relación de recuerdos y pasión que perdurará a lo largo de toda la novela...

... tanto por parte de Jack, que esconde secretos y rencores...

... como por parte de Nicola, quien amó con locura hace 9 años a un hombre que el conde de Exmoord acabó matando... y ahora que vuelve a sentir la pasión, se siente más aterrorizada y culpable que nunca...

Si bien he reconocido que esta autora tiene un estilo que me gusta mucho, también he puntualizado en las críticas de los anteriores libros, que tanto en "Un velo de misterio" como en "Prométeme el mañana", no he conseguido encontrar ese toque de Camp que me gustó en los primeros libros que leí de ella.

Pues bien, con "Ningún otro amor", finalmente, lo he encontrado. Será cierto eso que dicen de que a la 3ª va la vencida...

Mentiría si dijera que la trama es profunda y muy bien desarrollada. Al fin y al cabo, es un Harlequin y el número de páginas de éstas no dan para mucho, lo que por un lado es positivo, porque hay veces que te apetece leer algo corto, sencillo y sin complicaciones, pero que también tiene su lado negativo por la superficialidad con la que se trata todo. Sin embargo, dentro de esa superficialidad que siempre encuentro en estas historias, lo que la novela te ofrece (dulzura, recuerdos, pasión,...) suple con bastante eficacia sus cojeras.

Este tercer volumen no ofrece nada del otro mundo, es más, la trama es bastante típica y está más que vista; no obstante, consigue enganchar, y hasta cierto punto, emocionar. No deja de ser totalmente previsible lo que va a suceder. Desde el principio sabes por dónde va a tirar la autora y esas sospechas siempre menguan un poco la "emoción" de la lectura, pero, paralelamente, sabe también meterte en la historia y tenerte atada hasta el final.

De los tres es el libro más pesado, no en el sentido de latoso, sino en número de páginas. Supongo que porque es el final y tienen que resolverse una y mil cosas. Claro que luego todo se resume en una o dos páginas, y "a otra cosa mariposa". Aunque ésto es algo que nos encontramos en muchas otras novelas del género... el desarrollo siempre ocupa páginas y páginas... y el final se remata en lo que llamamos un "telediario".

Pese a ello, recomiendo leerlo, recalcando que lo que menos me ha gustado de la novela ha sido la traducción, que en ciertos aspectos, deja bastante que desear, aunque no por ello dejas de entender las cosas. Eso sí, hay puntos en los que me he llegado a exasperar un poquito.

No me queda mucho más por añadir, excepto que le doy un 7, nota que utilizo para las lecturas agradables que no pasan a la historia por su potencial pero que bien puede aligerarte una fría tarde invernal de esas que te dejan desganada.


Zuriñe

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