jueves, 28 de agosto de 2014

La guerra de la duquesa, Courtney Milan



La guerra de la duquesa, Courtney Milan

Editorial: Harlequin / 20 abril 2014 ISBN: 9781499144680 Papel: 9,87 € Páginas:280
Editorial: Harlequin / 20 abril 2014 ISBN: 9781937248383 Ebook: 2,99 € Páginas:280
Género: Histórico
Serie: 1º Los hermanos siniestros

La señorita Minerva Lane era una mujer retraída y callada que se escondía detrás de sus lentes. Después de todo, la última vez que había sido el centro de atención, había acabado muy mal. Hasta tal punto que se había cambiado el nombre para huir de su escandaloso pasado. Si pasaba desapercibida, seguramente no sería la reina de la fiesta, pero tampoco se haría enemigos. Por eso, cuando un apuesto duque llegó a la ciudad, lo último que quería era que se fijara en ella.

Pero eso fue exactamente lo que ocurrió.

Porque Robert Blaisdell, el duque de Clermont, no se dejó engañar por su timidez. Cuando aquella mujer adivinó lo que se proponía, comprendió que había algo más en ella que sus anteojos y sus modales cohibidos. Y decidió adivinar todos sus secretos antes de que ella descubriera los de él. Pero al final, la señorita retraída demostró ser la horma de su zapato y algo más.




Wilhermina Pursling es una mujer silenciosa y retraída, más considerada como un ratoncito tímido y anodino. Pero a ella no le importa, no le gusta ser el centro de atención, ni estar rodeada de multitudes. Pues tiene mucho que ocultar. Wilhermina, Minnie es en realidad Minerva Lane, una mujer muy diferente a la silenciosa y pequeña Minnie.

Siendo niña Wilhermina fue vestida de muchacho por su padre que la llamó Maximillian, y la lucio por todas las ciudades de Europa. Cuando el secreto fue descubierto, las consecuencias fueron tan horribles para Minnie que desde entonces vive una mentira, y no solo de nombre, también en cuanto a aspecto, conducta y carácter, siempre intentando no llamar la atención, no atraer hacia ella las miradas de la gente y pasar lo mas desapercibida posible.

Pero todo su bien construido montaje se viene abajo con la llegada del duque de Clermont, y la aparición de unas octavillas subversivas, animando a los obreros a la huelga para la mejora de las condiciones laborales y sanitarias. Desde la aparición de la primera tanda de octavillas, se convierte en la principal sospechosa del capitán Stevens, miliciano encargado de la vigilancia y la anulación de cualquier intento de organización obrera.

Minnie no puede permitirse que el capitán escarbe en su pasado, por lo que decide investigar por su cuenta y denunciar al verdadero culpable a las autoridades. Sin embargo sus pesquisas la llevan al duque de Clermont, a quien conoció en un acto escondido tras unas cortinas en forma sospechosa. Aunque como ella también estaba escondida tras un sofá, tampoco es cuestión de sacar conclusiones.

Minnie decide enfrentar al duque con su descubrimiento, y de alguna manera conseguir que deje de publicar esos panfletos considerados ilegales. Sin embargo lo que consigue es llamar su atención, y provocar una reacción en cadena que los llevará a descubrir una intensa pasión.

Robert Blaisdell, duque de Clermont, es una contradicción. Noble de nacimiento, con todos los beneficios que su titulo le puede reportar y sin embargo es un radical. Mas interesado en abolir los derechos de la nobleza, en conseguir que cualquier noble pueda ser juzgado por sus actos, y acusado si es el caso. Su misión es descubrir quien se ocupa de enjuiciar de forma ilegal a todos los trabajadores que tienen la desgracia de pedir mejoras laborales o que intentan crear un sindicato. Para ello, y como es consciente que al ser un duque no puede ser acusado de traición, se dedica a imprimir octavillas reivindicativas con la intención de animar a los trabajadores y de paso descubrir al culpable de tantos y tantos juicios ilegales.

Lo que no espera es conocer a una mujer cuyo aspecto y carácter resulta anodino, pero cuyos ojos están cargados de secretos, y cuya mirada le dice que hay más de lo que deja ver. Sintiéndose atraído además de retado por Winnie, Robert irá poco a poco enamorándose de esa hechicera silenciosa. Y cuando sus actos provocan el caos y la deshonra de Winnie, lo más lógico es pedir su mano.

Robert, odia el titulo que ha heredado. Ser duque sólo le ha reportado desgracias, sus padres sufrieron un matrimonio sin amor, cuya moneda de cambio era el mismo. Su padre, el anterior duque, era un hombre egoísta, que creía estar por encima de todos y que creía tener derecho a todo. Robert fue apartado de su madre muy joven, y creció sin cariño, cuidado por sirvientes. Por esto y en cierta forma no se cree merecedor de amor, pero esta decidido a tener a Winnie aunque sea solo por qué ella necesite de su apellido y su protección. Sólo ha tenido dos amigos en toda su vida. Oliver Marshall y Sebastian Malheur.

Sebastian es primo carnal de Robert y un estudioso de la teoría de la evolución de Darwin, además de amigo incondicional. En cuanto a Oliver, compañero de estudios de Robert, este no tardo en descubrir que los unía algo más que la amistad, puesto que Oliver y el son hermanos. Creo que empezamos a percibir quien será los protagonistas de otras entregas de la serie.

En definitiva, una novela con una trama atrayente y novedosa, con momentos muy intensos, con una documentación importante del movimiento obrero de principios de siglo en Inglaterra, con unos personajes torturados por su pasado pero que no solo consiguen superar su fobias sino descubrir un inmenso amor y una devoción poderosa, perdonando las imperfecciones de ambos, y superando los errores y las traiciones,

Una novela entretenida que se lee en un suspiro y que te atrapa entre sus páginas manteniendo una tensión continúa. Narrada con gusto, y con una lectura fácil y rápida.

Sólo le pongo un negativo, la primera escena de sexo entre ambos. Me ha resultado inverosímil y bastante absurda.

Mi valoración 6,5


Mary Jo

 

1 comentario:

  1. ¡Hola!

    Hace bastante que no leo romántica histórica, pero no pinta nada mal. Me encanta cuando están bien documentadas y logran meterte en la ambientación.

    ¡Un besote!

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